martes, 14 de diciembre de 2010

Amemos a este Niño porque Él nos amó primero.
Tiene frío y llora en un pesebre.
No sabe hablar y ya sabe amar.
Su Madre busca posada. ¿La encontrará en nuestros corazones?
No pide, lo que quiere es dar.
Y abrirle el corazón es dar entrada al Amor y la Paz.
Es hacer en el alma la auténtica Navidad.
Por la Milicia de Santa María.

Abelardo de Armas

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